Mas que un problema de Vigliano, un problema de formación de árbitros
El superclásico dejó mucha tela para cortar y no
precisamente por el juego sino mas bien por el desempeño del árbitro principal
Mauro Vigliano.
Pero el problema no es de este partido exclusivamente, en el
superclásico anterior el famoso “Pitanazo”, hizo que los dirigentes de Boca
pusieron el grito en el cielo para que no les tocará nuevamente el mismo juez.
Paralelamente, del lado de Nuñez protestaron para que Delfino no sea quien los
dirija.
Mas allá del pésimo arbitraje de ayer por la tarde, que
empezó con la decisión de jugar el encuentro pese a que la pelota no rodaba y
no favoreció ni al juego ni a los espectadores, el problema del referato
argentino va mas allá de este acontecimiento en particular.
El fútbol argentino sufre desde hace un par de temporadas
una crisis arbitral que tiene mas que ver con la formación que con la elección
para tal o cual partido.
Desde que Elizondo primero y Baldazi después se retiraron,
el fútbol local no contó un referí que sea respetado en el ámbito doméstico y
en el internacional.
La buena actuación de Néstor Pitana en la Copa Mundial en
Brasil 2014 no fue suficiente para coronarse como el mejor pito argentino y
todavía sigue preso de sus polémicas actuaciones.
El garrafal error cometido ayer con el penal inexistente y
el mal aplicado “último recurso” que significó roja directa a Gago, no hizo mas
que dejar al desnudo las falencias que sufren todas las ternas en el fútbol argentino.
Será un desafío para el próximo presidente de la AFA poder
recuperar el prestigio que el apuro por dirigir en Primera División parece
haberles hecho perder.
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