¿Volvió la mística copera?
Como hacía mucho tiempo no sucedía, un día retornó la mística boquense en la calurosa Luque. Cuando Boca parecía rendido y cuando los paraguayos mostraban lo aguerrido que eran, Agustín Orión relució, evocó a Oscar Córdoba y al Pato Abondanzieri para sacar al club del profundo pozo que hubiera significado quedarse afuera de la Copa Sudamericana. La serie de penales fue para el infarto, y comenzó a ponerse fea cuando el “Chiqui” Pérez pateó el segundo tiro y se lo atajó Franco, la suerte hizo que Irala mandara su penal a la tribuna y cuando el visitante parecía acomodarse, fue Colazo anunció demasiado su ejecución y convirtió nuevamente en héroe al arquero paraguayo. Allí comenzó a aparecer la figura del arquero xeneixe, demostró que no estaba dispuesto a su club se fuera con las manos vacías y tapó el penal de Irrazabal. Empezó la serie 1 por 1, fue Orión y con confianza metió el 4-3, y con la confianza mas alta que nunca, desvió hacia arriba el remate de Aquino y comenzó la